La simbología corporal, mucho más que un objeto de representación
La simbología ha formado parte de la historia del ser humano desde tiempos antiguos hasta nuestros días, independientemente del momento histórico en el que estemos y de la cultura.
El cuerpo, y su simbología, se ha visto inmerso en un territorio cargado de múltiples representaciones, donde se procede a la creación de imágenes culturales, en base a la identidad de la persona y al espacio cultural al que pertenece; dejando notar proyecciones en cuanto al espacio y al tiempo.
«Por ser instrumentos de conocimiento y comunicación, los símbolos hacen posible el consenso sobre el sentido del mundo, promueven la integración social.»
PIERRE BOURDIEU
La simbología corporal en las antiguas civilizaciones
Las antiguas civilizaciones utilizaban la simbología corporal como ornamentación, utilizando estas destrezas para la conmemoración de fiestas tradicionales o religiosas. En ellas utilizaban mayoritariamente vestimentas especiales, acompañadas de pinturas corporales. Para ello, hacían uso de materiales que encontraban en la naturaleza, como barro, sangre o flores. La utilización de estos componentes distinguía perfectamente la calidad excepcional de cada tribu.
En muchas civilizaciones, era común también que se diera una simbología corporal especial para acudir a guerras o intervenir en la caza de animales. Por ejemplo, muchas tribus también la utilizaban como medio de defensa. Intentaban producir miedo a sus oponentes con sus atuendos, pinturas e incluso con expresiones corporales y faciales, lo que con suerte tenía su efecto para ganar a sus rivales.
Entre los rituales religiosos, encontramos los rituales “de paso” o de “iniciación”. El ritual de paso indica la transición de un miembro de la tribu, de un estado del ciclo vital a otro: nacimiento, edad adulta, aparejamiento y muerte.
Todos ellos siguen unas normas concretas según la zona, religión, cultura o costumbres locales. En muchos de estos rituales se marcan a los iniciados con tatuajes o escoriaciones que indican a toda su sociedad el acceso a un estrato diferente.
La simbología corporal y su evolución
La simbología corporal, lejos de permanecer ajena a los cambios sociales y culturales, los acompaña; ya no solo como objeto de representación, sino como herramienta y soporte para la vida cotidiana. Así, la podemos ver presente como objeto de arte, de reivindicación social, de comunicación de ideales o como exaltación a la pertenencia a diferentes estratos sociales.
Forma parte asimismo de la identidad innata y personal del ser humano: única, individual e intransferible. Y forma parte de su entorno, bajo el concepto indivisible de la historia de su vida: entorno, familia, educación, gustos, hobbies, habilidades o trabajo.
Hay que tener en cuenta las corrientes sociales actuales, que indudablemente influyen de forma flagrante en la percepción del simbolismo corporal: la comunicación, redes sociales, corrientes artísticas o movimientos sociales. Todas ellas influyen en la imagen corporal y en su simbología, tan arraigada a nuestras costumbres actualmente, formando parte de ellas.
El cuerpo proyecta en sí mismo y eso lo detecta la sociedad. El simbolismo corporal, como parte de la comunicación no verbal, está estructurado de forma totalmente independiente y auténtica mediante varias técnicas, con las que poder demostrar nuestros pensamientos y gustos. Encontramos entre ellas: el body art, las dilataciones o los tatuajes.
Además de un hecho biológico, el cuerpo para cada sociedad es un territorio cargado de representaciones, en donde permanentemente se construyen y deconstruyen imágenes culturales; en donde se deja notar el espacio y el tiempo; y en donde se proyectan señas de identidad y de alteridad.
Varios autores han comparado el cuerpo humano con “un lienzo en blanco”. Este lienzo no solo muestra nuestro interior, también nos da una visión generalizada históricamente hacia nuestro entorno, difiriendo nuestro yo universal como objeto de percepción a los ojos de los humanos, para que así puedan descifrar nuestro idioma corporal simbólico.
