Nuestra sociedad está viviendo un ‘boom’ expresivo, una explosión artística y comunicativa de apertura de fronteras, de acceso a nuevos conocimientos. Más allá de las nuevas creaciones artísticas y sonoras y de los nuevos modos de consumo, este reciente modelo imperante de lo fast nos lleva a hablar y opinar mucho; pero cada vez a detenernos menos en analizar las perspectivas teóricas e históricas que influyen sobre nuestras acciones como sujetos individualizados y, desde luego, como sociedad.

En el mundo de la música esto no ocurre de diferente modo. Entonces… ¿Cómo podemos llegar a ligar conceptos y cómo podemos entender la producción musical de distintos puntos del globo y los fenómenos de éxito? La respuesta recae en la influencia de la Musicología. 

En la actualidad, vivimos una situación donde la expresión del ‘yo’ toma una importancia gigantesca y donde la globalización, los viajes, internet y la tecnología nos han ofrecido una mirada mucho más abierta, tolerante y multicultural. En este sentido, nos encontramos ante un panorama actual donde las fronteras sociales y culturales se diluyen en todos sus términos y expresiones. Así ocurre, entonces, con los géneros musicales. Sí, la música acompaña nuestro día a día e influye en nuestro estado de ánimo, decisiones y comportamientos de un modo fascinante que muchas veces pasa desapercibido.