
Música y dopamina

¿Sabías que el cerebro libera dopamina mientras se escucha una canción, lo que aumenta el placer y provoca que se quiera volver a escuchar? La dopamina es un neurotransmisor que transmite señales entre las neuronas y otras partes del cuerpo. Está involucrada en varias funciones esenciales como el control del movimiento, la motivación, el placer y el aprendizaje. La dopamina juega un papel esencial en el sistema de recompensa del cerebro.
Música y emociones
Cuando realizamos actividades placenteras como escuchar música, se libera dopamina generándose una sensación de satisfacción. La dopamina está implicada en la regulación de emociones. Cuando el cerebro percibe una melodía que nos gusta, el sistema neuronal conecta con los núcleos de la emoción y nos permite reconocer la pieza y conectar con recuerdos asociados a esa música.
La música también puede provocar la liberación de dopamina en momentos de «pico» o anticipación, como cuando se acerca un cambio melódico esperado o cuando una canción alcanza un clímax emocional. Esta liberación de dopamina está vinculada a cómo la música puede afectar nuestro estado de ánimo, aumentar nuestra motivación o incluso ayudarnos a procesar emociones complejas.
En resumen, la música puede actuar como un estímulo que desencadena la liberación de dopamina, lo que explica por qué escuchar ciertas canciones puede ser una experiencia tan placentera y emocionalmente gratificante.

Un estudio revelador
Un estudio de 2019 publicado en Proceedings of the National Academy of Science reveló la relación causal entre la dopamina y las respuestas de recompensa y satisfacción al escuchar música.
El estudio lo realizaron expertos del Grupo de Investigación en Cognición y Plasticidad Cerebral de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (UB-IDIBELL). Los investigadores quisieron esclarecer si la dopamina interviene de manera directa en la experiencia positiva que provoca la música. Para resolver esa duda, trabajaron con 27 voluntarios en los que se manipuló farmacológicamente la disponibilidad de dopamina. Durante varias sesiones distintas se les administró levodopa (un precursor de la dopamina), risperidona (que reduce la dopamina) y un placebo.
Resultados del estudio que prueban la relación directa entre música y dopamina
Los autores del estudio midieron los cambios en la sensación de placer a través de la actividad electrodérmica de los participantes. Los resultados mostraron que los cambios en la administración de fármacos modificaban las respuestas de recompensa provocadas por la música. La risperidona redujo los escalofríos de los participantes, considerados como una muestra de la cúspide de satisfacción cuando se escucha música. Así pues, las respuestas emocionales eran mayores con la levodopa y menores con la risperidona.
Antoni Rodríguez Fornells, investigador ICREA y jefe del grupo UB-IDIBELL, confirmó, tras la realización de este estudio, que la satisfacción y placer al escuchar música depende de la dopamina que liberamos.
El placer humano detrás de la música
El placer humano que provoca escuchar música es un fenómeno que involucra tanto procesos biológicos como psicológicos.
¿Qué factores explican cómo y por qué la música nos genera placer?
Activación del sistema de recompensa
Como mencionamos antes, cuando escuchamos música que nos gusta, el cerebro libera dopamina, neurotransmisor asociado con el sistema de recompensa. Esto genera sensaciones de placer, emoción y bienestar.
Conexión emocional
La música tiene el poder de evocarnos recuerdos, sentimientos y emociones. Una canción puede transportarnos a un momento específico de nuestra vida o hacernos sentir identificados con una situación o estado emocional. La música actúa como un vehículo para la expresión emocional, lo que amplifica el placer de la escucha.
Estructura y previsibilidad
La música sigue patrones y estructuras que el cerebro llega a anticipar. Esta previsibilidad crea una sensación de orden y coherencia, lo que es inherentemente placentero. Sin embargo, cuando hay una ruptura o variación inesperada, esto puede generar una sensación de sorpresa o emoción adicional, lo que también es placentero.
Sincronización y ritmo
La música con un ritmo pegajoso o patrones rítmicos agradables puede inducir respuestas físicas, como mover los pies, asentir con la cabeza o incluso bailar. Esta sincronización entre el cuerpo y la música activa regiones motoras del cerebro, lo que puede intensificar la sensación de placer.
Liberación de tensión
La música tiene la capacidad de influir en nuestro estado emocional y fisiológico. Puede ayudarnos a relajarnos, reducir el estrés y la ansiedad, o incluso aumentar nuestra energía. La liberación de tensiones emocionales a través de la música, especialmente cuando estamos en un estado de ánimo negativo o ansioso, es una fuente significativa de placer.
Liberación de tensión
La música también tiene un fuerte componente social y cultural. A través de la historia, la música ha sido una forma de comunicación y unión entre las personas. Escuchar música en grupo o compartir una canción con alguien puede intensificar el placer de la experiencia.
Efectos terapéuticos
La música también se usa con fines terapéuticos, ya que tiene la capacidad de regular y mejorar nuestro estado de ánimo. La musicoterapia se utiliza para tratar diversas condiciones emocionales y psicológicas, lo que demuestra el poder curativo de la música y cómo puede generar un profundo sentido de bienestar.
El placer que provoca escuchar música es el resultado de una interacción entre la biología del cerebro, la estructura emocional que la música desencadena y la conexión social que nos permite experimentar de manera conjunta.