
Diferencias clave entre hilos PDO e hilos espiculados
Los tratamientos con hilos tensores se han consolidado como una de las técnicas más efectivas para rejuvenecer el rostro y el cuerpo sin necesidad de cirugía. Este procedimiento, conocido también como «lifting sin bisturí», consiste en la inserción de finos hilos biocompatibles bajo la piel, con el objetivo de elevar los tejidos, mejorar la firmeza y estimular la producción natural de colágeno y elastina.
Al ser una técnica mínimamente invasiva, permite recuperar la tonicidad cutánea con resultados inmediatos y una rápida reincorporación a la vida cotidiana. Es especialmente apreciada por quienes desean verse más jóvenes sin perder la naturalidad de sus rasgos.
Dentro de este campo existen distintos tipos de hilos, que varían según su material, diseño y finalidad. Los más utilizados en medicina estética son los hilos PDO y los hilos espiculados, y aunque ambos comparten ciertos principios, ofrecen resultados y mecanismos de acción diferentes.
¿Qué son los hilos PDO?
Los hilos de polidioxanona (PDO) son suturas reabsorbibles que, al introducirse bajo la piel, estimulan la producción natural de colágeno y elastina. Su objetivo principal es mejorar la estructura y densidad de la dermis, aportando firmeza y un aspecto más saludable.
Se utilizan desde hace años en cirugía, pero su aplicación estética ha demostrado excelentes resultados como técnica de rejuvenecimiento no invasiva. Existen varios diseños: los lisos o monofilamento, orientados a revitalizar la piel; los espiralados, que añaden un leve efecto de relleno; y los espiculados o con barbas, destinados a proporcionar un efecto tensor más evidente.
En los hilos PDO lisos, el resultado se debe sobre todo a la bioestimulación dérmica: el hilo actúa como un soporte temporal que activa la regeneración del tejido. Por eso, los cambios son graduales y naturales, apareciendo de forma progresiva en los meses siguientes.
Qué son los hilos espiculados
Los hilos espiculados incorporan pequeñas espículas o microganchos que les permiten anclarse al tejido subcutáneo. Gracias a este diseño, logran elevar y tensar la piel desde el interior, produciendo un efecto lifting inmediato.
Cuando el profesional tracciona ligeramente el hilo, estas espículas fijan la nueva posición del tejido, generando una mejora visible en la zona tratada. Con el tiempo, además, estimulan la formación de colágeno, de modo que los resultados no solo se mantienen, sino que mejoran durante las semanas posteriores.
Este tipo de hilos se emplea con frecuencia en zonas donde la flacidez es más evidente como la línea mandibular, los pómulos o el cuello, y resultan especialmente útiles para redefinir el contorno facial o levantar áreas que han perdido soporte.
Principales diferencias entre hilos PDO y hilos espiculados
Aunque ambos tipos pueden estar fabricados con el mismo material (PDO), su función y mecanismo de acción son diferentes.
- Los hilos PDO lisos actúan principalmente desde el punto de vista biológico, promoviendo la regeneración del tejido y la mejora de la textura cutánea. Son ideales para pieles jóvenes o con flacidez leve, y para zonas delicadas donde se busca reforzar la piel sin generar tensión visible.
- Los hilos espiculados, en cambio, combinan bioestimulación y tracción mecánica. Gracias a sus ganchos, permiten reposicionar el tejido caído y recuperar volúmenes faciales perdidos. El resultado es más inmediato y perceptible, con una duración que suele oscilar entre 12 y 18 meses.
En términos generales, los hilos PDO aportan firmeza y calidad cutánea, mientras que los espiculados corrigen la caída y remodelan el contorno. En muchos tratamientos se emplean de manera complementaria, para obtener un rejuvenecimiento equilibrado: los lisos mejoran la base dérmica y los espiculados definen las líneas faciales.
Técnicas avanzadas en enfermería estética para combatir el envejecimiento
Una curiosidad a tener en cuenta con estos tipos de hilos...
Aunque a menudo se habla de los hilos PDO y los hilos espiculados como si fueran categorías distintas, en realidad pueden solaparse.
El término PDO hace referencia al material del que está hecho el hilo: la polidioxanona, un polímero reabsorbible y biocompatible.En cambio, espiculado describe el diseño del hilo, es decir, la presencia de pequeñas barbas o ganchos que permiten su anclaje en el tejido.
Esto significa que muchos hilos espiculados son de PDO, pero también existen hilos espiculados fabricados con otros materiales reabsorbibles, como el ácido poliláctico (PLA) o la policaprolactona (PCL), que ofrecen diferentes duraciones y comportamientos en la piel.
Indicaciones y beneficios de los hilos tensores
El tratamiento con hilos tensores es una excelente alternativa para quienes buscan resultados naturales sin someterse a una cirugía. Entre sus ventajas destacan:
- Procedimiento ambulatorio y mínimamente invasivo.
- Recuperación rápida, sin interrupción de la vida cotidiana.
- Resultados visibles de forma inmediata y que mejoran con el tiempo.
- Efecto preventivo frente a la flacidez y el envejecimiento cutáneo.
Formación y aplicación segura de los hilos tensores
Aunque se trata de un procedimiento seguro y mínimamente invasivo, requiere precisión técnica y conocimiento anatómico. La correcta selección de los vectores, la profundidad de inserción y la tensión aplicada son factores determinantes para obtener un resultado natural y evitar complicaciones.
En el Máster en Enfermera Gestora de la Imagen Corporal y Dermoestética de NUS Agency, los estudiantes aprenden tanto la teoría como la práctica clínica de los hilos tensores, especialmente de los hilos PDO y hilos espiculados.
Referencias bibliográficas
Hong G.-W. et al. (2024). Thread Lifting Materials: A Review of Its Differences in Composition and Behavior. PMC11086642.
Cao L. et al. (2023). Comparison of Different Thread Products for Facial Rejuvenation: Materials and Barb Designs. Journal of Cosmetic Dermatology.
Germani M. et al. (2025). Is More Always Better? A Randomized Comparative Clinical Study on PDO Thread Designs. ASJ Open Forum.
Lewandowska M. et al. (2021). A Meta-Analysis and Systematic Review of the Incidences of Complications Following Facial Thread-Lifting. ResearchGate.




