Anna García («Va de Ferides»): «Hace falta especialización en el área de heridas»

Anna García Morera es enfermera de atención primaria, dónde se ha desarrollado como referente de heridas y de la línea de investigación en el área de heridas de la misma entidad en la que trabaja. Junto a su compañera Sandra ha fundado el espacio “Va de ferides” (Va de Heridas), un proyecto de divulgación sobre el mundo de las heridas y su cuidado que se gestó a finales de 2022.
Hoy nos adentramos en el fascinante y complejo mundo de las heridas para aprender un poco más sobre una labor vital en el día a día de los cuidados.
Anna, ¿cómo surgió la iniciativa de crear un espacio como ‘Va de Ferides’?
A: Esto surgió con la voluntad de compartir lo que íbamos aprendiendo porque vimos que lo que se da por hecho que sabemos, no es así. En el grado a veces no hay formación obligatoria en el área de heridas. Hay cuidados muy básicos y cuando salimos al medio laboral, casi todas las enfermeras en todas las áreas tienen que tratar a personas con heridas. Y nos dimos cuenta de que había heridas que, por no tratarlas a partir de la etiología, se cronificaban.
Nos encontrábamos con heridas de 20 o 30 años de evolución que cortaban vidas enteras. Imagínate tener una herida en una pierna que huele mal, que exuda y ver a personas que pierden la pareja o el trabajo mientras acuden tres veces por semana a curas a lo largo de 20 años. Ver ese impacto y que faltaban conocimientos fue lo que nos impulsó generar este proyecto de divulgación, para compartir lo que aprendemos.
¿Por qué es tan fascinante el mundo de las heridas?
A: Quizás a nivel de población general, se ven todas las heridas igual, pero no todas están causadas por lo mismo y ahí está la clave. Si realmente conoces la fisiología de lo que causa esa herida, puedes tratarla. Cada causa requiere un tratamiento diferente y ahí está el encanto, en investigar y descubrir lo que es diferente en cada una de las heridas.
Hay que tener en cuenta que una herida mal curada, podría ser fatal. ¿No es así?
A: Hay que tener en cuenta a la población que cada vez es más mayor y que en una misma persona pueden convivir diferentes enfermedades crónicas que pueden dificultar la cicatrización. Eso hace que tengamos heridas complejas de cicatrizar si no se abordan de manera adecuada. Y si eso ocurre, pues después está el impacto social de vivir con ello.
Hay un sufrimiento psicológico por sentirse aislado, quizás hay que vivir con dolor. Y después está el impacto económico por las bajas y los recursos que se necesitan para ese cuidado. Por último, todo esto puede desencadenar en consecuencias peores como una infección que te lleve a una sepsis o incluso a la muerte.
"Hay heridas de 20 o 30 años de evolución que cortan vidas enteras. Ver ese impacto y que faltaban conocimientos es lo que nos impulsó a generar este proyecto."
¿Cuánto puede alargarse la presencia de una herida?
A: Tienes que pensar que algunas heridas no se curan nunca, son crónicas porque relacionadas a alguna patología por ejemplo de la piel. Y hay otras que no se están curando porque no se están abordando de forma adecuada. Hay muchas personas que terminan muriendo con esa herida que tal vez se hubiera podido curar.
¿Hace falta educar para aprender a detectar la importancia de una herida o una infección que puede pasar desapercibida?
A: A nivel de población general, sí que es cierto que hay bastante desconocimiento. Se usan productos que ya no están recomendados, pero dentro de lo que cabe, nos solemos encontrar con heridas en un contexto de bajo riesgo. Así que pongas lo que pongas, quizás vayas a curar. Pero después hay que saber transmitir en qué contextos hay heridas que, si no se tratan bien, pueden tener un final fatal.
Por ejemplo, cuando hablamos de personas con diabetes y el pie diabético. Los profesionales sanitarios tienen un papel muy importante en educar en prevención para que no se produzcan lesiones en el pie que pueden terminan en amputaciones. Y eso ya sabemos que se relaciona con mayor mortalidad.
La importancia del bienestar emocional en la recuperación de los pacientes
Has mencionado la educación del personal sanitario. ¿No están suficientemente preparados en este sentido?
A: Desgraciadamente, en los planes de educación no se da suficientemente importancia a las heridas. Dan conceptos muy genéricos y depende muchísimo de la voluntad del profesor que está ahí.
Sí que es cierto que hay profesores que están luchando para que esto sea ya no una optativa sino parte de la base y obligatorio. A excepción de quizás la enfermera de salud pública o la enfermera que se salga del lo asistencial y haga gestión o investigación, el resto de profesionales sanitarios se encontrarán con heridas.
¿Cómo os habéis formado tú y Sandra?
A: Pues poniendo mucho dinero y tiempo después del grado. Hemos estado realizando experiencia a nivel clínico porque cada una tenemos nuestro cupo de pacientes entre los cuales nos van llegando personas que tienen heridas. Y eso facilita ir asimilando lo que vas estudiando. Después hemos hecho diferentes cursos y hemos leído mucha bibliografía porque al final la evidencia no llega con el tiempo que nos gustaría a la práctica clínica.
¿En ‘Va de Ferides’ os dirigís a profesionales del sector sanitario o también al público general?
A: Tenemos dos perfiles objetivo a los que nos dirigimos. Uno es el profesional sanitario, ya sea enfermero, médico, podólogo o técnico en cuidados auxiliares de enfermería, porque creemos que todo el equipo de salud tiene que conocer cómo se trabaja.
Y después tenemos el perfil más orientado a organizaciones. Con este perfil estamos buscando trabajar con colegios y universidades para intentar hacer llegar estos cursos que hemos generado y que se acceda a un tipo de formación más orientada en la práctica, basada en la evidencia. En definitiva, una formación que realmente está pensada para que cuando trabajes, la puedas aplicar.
¿Falta especialización en el área de heridas?
A: Yo creo que sí, falta especialización. Cada vez hay más enfermeras y enfermeros motivados de diferentes especialidades, pero falta. También a nivel de médicos especialistas, muchas veces no tienen tanto interés en ello, o no hay tanta tradición porque la enfermera es la que tradicionalmente se ha dedicado al cuidado de las heridas. Pero cada vez también se ven profesionales más motivados en ese sentido para hacer un equipo que esté especializado en el abordaje de las heridas más complejas.
"Hacen falta equipos especializados en el abordaje de las heridas más complejas"
¿Qué conocimientos debe tener una enfermera para poder diagnosticar y curar correctamente todo tipo de heridas?
A: Es una pregunta compleja porque el abanico de heridas es muy amplio. Están las heridas agudas o las heridas con posibilidad de cronificarse por ejemplo o una situación en la que no pueda cicatrizar. Cada etiología se trata diferente. Recomendaría a la enfermera o profesional que mirara en su práctica qué tipo de heridas tiene y entonces que se especialice en ese tipo de heridas.
Si atiendes a personas con cierto grado de dependencia, entonces tienes que saber prevenir y abordar ese tipo de lesiones. Si trabajas en un quirófano, debes saber prevenir las lesiones por presión y complicaciones postquirúrgicas. Y si trabajas en una unidad de vascular, debes abordar heridas relacionadas con la isquemia.
Cada tipo de herida tiene un abordaje y para mí la clave es centrarse en la etiología y en saber qué buscan los apósitos. Cuando tengas las dos cosas, sabrás cómo juntarlas. Queremos ir al tejado cuando no tenemos la base y la base es conocer la etiología, conocer qué necesita esta herida, el pronóstico vital, si se puede curar y luego conociendo los apósitos, abordarla.
¿Cuáles son los casos más complicados con los que os podéis encontrar?
A: Para mí, las heridas más complejas son las lesiones relacionadas con el final de vida. Pero ya no por la complejidad de la herida, porque son heridas que ya no van a cicatrizar, sino por el acompañamiento que tienes que hacer a la familia y cuidadores. Son heridas que se pueden confundir con lesiones por presión y ahí el cuidador se piensa que está haciendo algo mal.
Tienes que hacer un trabajo para que entiendan que eso no está relacionado con unos malos cuidados o una falta de cuidados, sino con una situación de final de vida. Otras etiologías complejas, pues el pie diabético si se relaciona con isquemia y lesiones relacionadas con isquemia, porque hasta que no se recupera la circulación, puede ser complejo o imposible de cicatrizar.
En vuestro trabajo hay una labor emocional importante.
A: Claro, hay que acompañar. Son personas que muchas veces tienen dolor o que tienen pérdidas a nivel social y económico y que tienen una baja autoestima porque vivir con una herida afecta a tu calidad de vida. Entonces, tienes que acompañar a la persona o incluso a la familia porque si son personas dependientes, la familia también lo pasa muy mal.
¿Trabajáis también las cicatrices?
A: A nivel de cicatrices sería muy importante trabajar que sea funcional, sobre todo las heridas relacionadas con la isquemia, heridas que tienen dificultad para cerrar, que reciben una amputación y terminan con un muñón que debe cicatrizar bien para ser protetizable. Y después, en el tratamiento de las heridas, hay que hacer mucho equipo con el fisioterapeuta, pues es un profesional clave en conseguir unas cicatrices que sean funcionales, más allá de lo estético.
Imagen corporal en el paciente ostomizado y cicatrices
¿Qué otros profesionales intervienen en la cura y seguimiento de una herida?
A: Intentamos trabajar con casi todos, aunque a veces hay limitaciones y no tienes acceso a un nutricionista o a un fisioterapeuta, pero lo ideal es que el equipo sea interdisciplinar.
El fisioterapeuta sí te diría que es clave porque todo el tiempo durante el que esa persona no se está moviendo porque tiene una herida, es tiempo en el que está perdiendo masa muscular, funcionalidad y autonomía. Eso al final repercute en la mayoría de heridas y en su poder de cicatrización.
Y hay agentes claves según la etiología. No puedes abordar una lesión isquémica sin el médico vascular ni un pie diabético sin el podólogo. Hay que tener presentes a todos estos profesionales y hacer equipo para trabajar conjuntamente.
Desde que arrancasteis el proyecto ‘Va de Ferides’, ¿qué consultas recibís?
A: Recibimos muchas preguntas, sobre todo a nivel de “¿qué le pongo?”. Y siempre tenemos que redirigir y preguntar: “¿Qué tiene? ¿Por qué esta herida? ¿Has preguntado de qué lado duerme y la medicación que toma? ¿Has valorado si va a vivir mucho tiempo o si requiere cuidados paliativos? Muchas veces respondemos con más preguntas y son los propios profesionales los que se dan cuenta de lo que tienen que hacer. Hacemos ese acompañamiento para animarlos a volvérselo a mirar y responder a estas preguntas.
"Lo ideal es abordar las heridas con un equipo interdisciplinar y que haya agentes clave según la etiología"
¿Se están desarrollando departamentos específicos en centros hospitalarios?
A: Las enfermeras se han dado cuenta de la responsabilidad que tenemos en el área de heridas porque quizás no estábamos suficientemente profesionalizadas en este entorno. Siempre ha habido referentes o personas muy punteras, pero ahora se ha visto que es algo que tenemos que hacer nosotras. Tenemos que formarnos para atender de forma adecuada a las personas que tienen heridas.
Se está generando más investigación por parte de enfermería, hay muchos más congresos y se están creando unidades de heridas en las que solo hay profesionales especializados.
¿No es curioso que esta iniciativa nazca de vosotras y no desde las direcciones hospitalarias?
A: Quizás porque la enfermera es quién realmente está ahí, tratando a la persona, viendo que no cicatriza, queriendo hacer bien su trabajo. Es entonces cuando empiezas a hacerte preguntas, a buscar, a encontrar respuestas y al ver que no lo estás haciendo bien tienes que reaccionar.
¿Por qué habéis escogido el lema “Los cuidados son la base de nuestra revolución”?
A: Es una pregunta que me gusta que hagas porque estamos en una sociedad que te dice que tienes que ser siempre fuerte, que siempre tú más y mejor, que debes ser independiente y que nada te duela. Creemos que no es así.
Estamos tratando siempre con personas y estamos viendo sus vulnerabilidades aunque cuando salen de la consulta ya no las muestran. Vemos que la dependencia es real y no tiene que ser algo negativo. Al final, todos necesitamos cuidados, somos seres sociales y necesitamos esa relación, ese cuidado, esa interdependencia.
Y es por eso que hemos creado este lema, porque creemos que, cuidándonos más, podemos generar una sociedad más justa.
¿Qué me dices del vínculo que creáis con los pacientes?
A: El vínculo creo que es casi más terapéutico que lo que podamos hacer con las manos. El cuidado es efectivo si realmente generas un vínculo porque puedes realizar una cura más o menos bien hecha, pero gran parte de la responsabilidad recae en el compromiso por parte del paciente.
Muchas veces ellos tienen que seguir con unos cuidados, con un estilo de vida y si no creen en que realmente estás acompañándolos, puede ser que falle aunque a nivel técnico lo estés haciendo bien.