Esther Pidemunt: «Cada vez se reconoce más la importancia del bienestar emocional en la recuperación de los pacientes»

Esther Pidemunt es, desde hace casi 20 años, comercial-enfermera en la multinacional americana ZIMMER BIOMET, que se dedica a vender implantes traumatológicos y ortopédicos. Ella es especialista en productos que implican fracturas de todo tipo y su trabajo consiste en la asistencia técnica en quirófano, además de la promoción y gestión comercial de todos estos implantes.
Esther ha realizado el Máster en Enfermera Gestora de la Imagen Corporal de NUS Agency y su trabajo final ha girado alrededor del impacto psicológico de la micropigmentación en pacientes oncológicos. De todo lo que este servicio implica hablamos hoy con ella en esta entrevista.
¿Hay algún estudio o investigación realizada sobre el impacto negativo de las alteraciones físicas derivadas de un proceso oncológico?
E: Sí, existen numerosos estudios que evidencian el impacto negativo de los cambios físicos causados por el cáncer y sus tratamientos. Se ha demostrado que la pérdida de cabello, cejas o el complejo areola-pezón afecta directamente la autoestima de los pacientes, generando ansiedad y depresión. En mi investigación, se resalta cómo la micropigmentación puede contribuir a mitigar estos efectos al mejorar la imagen corporal y, por ende, la percepción de sí mismos.
A través de tu trabajo has recogido la opinión de pacientes que han experimentado la micropigmentación. ¿Qué te comentaban antes de realizarse esta técnica?
E: Muchas pacientes expresaban inseguridad, miedo y una profunda tristeza por los cambios en su apariencia. Algunas mencionaban sentirse «incompletas» o evitar mirarse en el espejo. En general, tenían la esperanza de recuperar una parte de su identidad y feminidad a través de la micropigmentación.
¿Esta técnica va dirigida tanto a mujeres como hombres?
E: Aunque mayoritariamente las pacientes que recurren a la micropigmentación son mujeres, también se aplica en hombres, especialmente en casos de alopecia o cicatrices resultantes de tratamientos oncológicos.
"Numerosos estudios arrojan que las secuelas físicas derivadas del cáncer generan ansiedad y depresión. La micropigmentación mejora la autoestima y bienestar emocional"
¿Crees que médicamente se le ha dado suficiente importancia al estado de ánimo o al bienestar emocional, que claramente mejora con el cambio físico gracias a la micropigmentación?
E: Aún queda camino por recorrer. Aunque cada vez más profesionales reconocen la importancia del bienestar emocional en la recuperación de los pacientes, la micropigmentación sigue sin estar plenamente integrada en los protocolos de atención oncológica.
¿Un estado anímico positivo o contar con bienestar emocional ayuda a superar la enfermedad?
E: Sin duda. La evidencia muestra que un buen estado emocional puede favorecer la adherencia a los tratamientos y mejorar la calidad de vida de los pacientes. La micropigmentación, al mejorar la imagen corporal, contribuye a este bienestar emocional.
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En tu trabajo hablas de la importancia de considerar las necesidades integrales de los pacientes, del bienestar emocional...
E: Es fundamental abordar la salud desde una perspectiva holística, que incluya tanto los aspectos físicos como los psicológicos. La micropigmentación no es solo una cuestión estética, sino una herramienta para mejorar la percepción de sí mismos y la calidad de vida de los pacientes.
Esta técnica, ¿está integrada dentro del cuidado integral del paciente?
E: En algunos centros sanitarios sí se incluye, pero no de manera estandarizada. Es necesario seguir promoviendo su incorporación en los cuidados oncológicos para que más pacientes puedan beneficiarse de ella.
Recuperar el pezón, las cejas, el cabello... más allá de un aspecto estético equivale a la identidad de la persona, ¿no es así?
E: Exactamente. La imagen corporal está estrechamente ligada a la identidad y autoestima. Restablecer estos rasgos perdidos devuelve a los pacientes una sensación de normalidad y control sobre su cuerpo.
¿Y qué me dices de la reintegración social del paciente?
E: La mejora en la imagen corporal también impacta en la vida social de los pacientes. Muchas personas que se sentían aisladas o evitaban el contacto social por vergüenza han logrado recuperar la confianza para relacionarse nuevamente.
"Es fundamental abordar la salud desde una perspectiva holística que incluya tanto los aspectos físicos como los psicológicos"
¿La Enfermera Gestora de la Imagen Corporal es la encargada de acompañar a estas pacientes en todo este proceso con intervenciones estéticas y psicológicas?
E: Sí, su rol es clave en el acompañamiento del paciente. La enfermera gestora de la imagen corporal no solo realiza las técnicas estéticas, sino que también brinda apoyo emocional y educación sobre la adaptación a los cambios físicos.
Hablas de una atención integral y de interdisciplinariedad. ¿Junto a qué otros profesionales trabaja la enfermera gestora de la imagen corporal?
E: Trabaja en colaboración con oncólogos, dermatólogos, cirujanos plásticos, psicólogos y terapeutas para ofrecer una atención completa y adaptada a las necesidades del paciente.
Haces referencia a la educación y empoderamiento. ¿Qué es la educación sobre imagen corporal?
E: Consiste en proporcionar información y herramientas para que los pacientes puedan comprender, aceptar y adaptarse a los cambios en su imagen corporal. Se incluyen técnicas de autocuidado y estrategias para reforzar la autoestima.
Más allá de la micropigmentación, ¿con qué otras técnicas o procedimientos se puede ayudar a pacientes que arrastren secuelas físicas de una enfermedad?
E: Existen diversas opciones como las cirugías reconstructivas, prótesis capilares, maquillaje terapéutico y terapias psicológicas para abordar la aceptación de los cambios físicos. Todas estas estrategias pueden contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente.