La competencia desleal en el sector de la salud
Alba Navarro
Abogada especialista en medicina legal.
En los últimos tiempos, en el desempeño de mi acción legal, he observado un preocupante aumento de casos relacionados con la competencia desleal en el sector de la salud.
Este fenómeno, merece una reflexión profunda y una acción conjunta por parte de la comunidad jurídica y los profesionales de la salud.
El problema de la competencia desleal en el ámbito sanitario
La competencia desleal en el ámbito sanitario no solo afecta a los profesionales involucrados, sino que también perjudica a los pacientes y la sociedad en su conjunto.
Nos enfrentamos a situaciones donde la publicidad engañosa, la difamación y prácticas comerciales deshonestas amenazan la integridad de la profesión y la confianza del público en los servicios de salud.
Algunos de los casos más recurrentes incluyen la difamación de colegas mediante la divulgación de información falsa o la denigración de la reputación profesional con el único propósito de desvirtuar la realidad asistencial.
Además, la publicidad engañosa, como afirmaciones infundadas sobre la efectividad de tratamientos o la comparación desleal de servicios, también está en aumento, como ya se comentó en anteriores publicaciones.
Es fundamental recordar que la competencia en el ámbito sanitario debe basarse en la excelencia profesional, la calidad de los servicios y el respeto por los principios éticos que rigen nuestra práctica.
Constitución de una clínica: aspectos legales a tener en cuenta
La justicia como herramienta para frenar las prácticas desleales
Los tribunales y los colegios profesionales desempeñan un papel crucial en la erradicación de prácticas desleales, pero también es responsabilidad de cada profesional abogar por la ética y la integridad en su propio ejercicio.
Para abordar este desafío, presento acciones concretas que, como abogada especializada en derecho sanitario, podemos realizar para hacer frente a este desafío, siempre en defensa de la Reputación Profesional de los profesionales sanitarios, estableciendo protocolos para la defensa de la reputación profesional y la realidad asistencial.
Ante posibles desacuerdos, o opiniones divergentes, hay que apostar por la mediación, herramienta muy útil y versátil a la vez, pues mediante el diálogo, pretende acercar posturas opuestas, y llegar a conclusiones fundadas en la ética y la profesionalidad, resolviendo siempre de manera ética los distintos puntos de vista que puedan surgir a lo largo del ejercicio de la profesión.
Tales objetivos, no serán posibles sin una educación continua a los profesionales sobre ética profesional y valores, así como colaborar interdisciplinarmente mediante la bioética, para el desarrollo de las competencias profesionales de cualquier ámbito de la salud.