¿Por qué mi voz suena diferente en una grabación?
Seguramente, en más de una ocasión te ha extrañado escuchar la reproducción grabada de tu propia voz y la encuentras algo diferente. ¿Sabes por qué? Esta breve explicación nos ayuda a entenderlo.
Nuestra voz a través de las vibraciones
Cuando hablamos, percibimos nuestra voz a través de la vibración del líquido cefalorraquídeo (LCR). Es decir, al hablar, las vibraciones de los pliegues vocales resuenan en la cavidad laringo-faringo-buco-nasal; vibran las estructuras esqueléticas de ambos maxilares y de la base del cráneo.
Esa vibración se transmite al peñasco temporal (una parte del hueso temporal), y de esta al LCR, quien a su vez la hace llegar a los líquidos perilinfáticos del interior de la cóclea o caracol. Ahí, en el diminuto órgano de Corti se encuentran las células ciliadas que, al desplazarse por la vibración, origina los potenciales de acción.
Esta información, ya bioeléctrica o nerviosa, es recogida y transmitida a través del nervio auditivo (vestibulococlear) hasta las estructuras corticales, para tener, finalmente, la sensación auditiva.
¿Y los sonidos externos? ¿Pueden actuar de la misma forma?
Pero, además de la propia voz, ¿un sonido externo puede actuar de la misma manera? Cuando los sonidos externos superan los 50 dB de intensidad sonora, sus vibraciones acústicas, al margen de transmitirse a través de la vía timpánica normal, actuarán también en la vibración del LCR, tal como se ha expuesto anteriormente.
Todo esto y mucho más se explica en profundidad en el Máster de Neuromúsica. En él se estudiará la relación entre la música, la voz y los sonidos con el cerebro, y sus extraordinarias aplicaciones en diferentes ámbitos, en base a las evidencias científicas actuales.