
Beneficios de practicar deporte con música

En los últimos años, cada vez más personas combinan el ejercicio con su música favorita. No es solo cuestión de entretenimiento: diversos estudios científicos han demostrado que introducir música en nuestras sesiones deportivas puede traducirse en mejoras reales en rendimiento, motivación y bienestar general. En este artículo te explicamos los principales beneficios respaldados por la ciencia y cómo aprovecharlos al máximo.
1. Mejora del rendimiento y aumento de la distancia recorrida
Uno de los efectos más documentados de entrenar con música es su capacidad para potenciar el rendimiento físico. En un estudio clásico que evaluó cómo escuchar música preferida frente a no preferida o no música afecta el rendimiento durante un ejercicio de ciclismo continuo a alta intensidad, se comprobó que la distancia recorrida fue significativamente mayor con música preferida (9,8 km ± 4,6) que con música no preferida (7,1 km ± 3,5). Además, la percepción del esfuerzo (RPE) fue más alta en la condición con música no preferida, aunque la frecuencia cardíaca no mostró diferencias significativas entre escenarios.
Este hallazgo sugiere dos cosas importantes:
- La música que nos gusta tiene un efecto ergogénico más potente que una música que no elegimos.
- La música adecuada puede “disociarnos” de ciertas sensaciones de fatiga, haciendo que el esfuerzo percibido sea menor.
“Referirse a la música como dopaje mental es muy exagerado”
2. Disminución del esfuerzo percibido y mayor tolerancia al esfuerzo
Este es uno de los beneficios más valorados por quienes ejercitan con música es que el entrenamiento “se siente más fácil”. La música aporta una distracción cognitiva frente a las sensaciones incómodas del esfuerzo.
Un metaanálisis de Terry, Karageorghis y colaboradores (2020) comprobó que la música estaba asociada con una reducción significativa del esfuerzo percibido (g = 0,22) y a un incremento del rendimiento físico (g = 0,31).
3. Mejora del estado de ánimo, motivación y adherencia
Practicar deporte con música también refuerza los aspectos psicológicos del entrenamiento: mejora el estado emocional, impulsa la motivación y facilita la adherencia a la rutina. Estos efectos son clave, porque muchas veces el mayor obstáculo para practicar deporte no es la capacidad física, sino la voluntad diaria.
4. Regulación fisiológica, ritmo y sincronización
Un aspecto a tener en cuenta es que el ritmo musical facilita la sincronización motora con la actividad física (correr, pedalear, remar…), lo cual puede optimizar la eficiencia del movimiento.
Este fenómeno ha sido documentado, por ejemplo, por Simpson y Karageorghis (2006), quienes mostraron que la música rítmica puede mejorar la economía de carrera al facilitar una cadencia más estable.
Por otro lado, algunos estudios han observado mejoras moderadas en la eficiencia fisiológica. Szmedra y Bacharach (1998) encontraron que la música reducía los niveles de lactato en sangre y la concentración de norepinefrina durante el ejercicio en cinta, lo cual sugiere un efecto positivo en la regulación del esfuerzo fisiológico.
En conjunto, la música no solo hace más llevadero el entrenamiento a nivel subjetivo, sino que también puede tener efectos medibles en parámetros fisiológicos y en la eficiencia del movimiento.
5. Bienestar mental y activación cerebral
Por otro lado y, más allá del rendimiento físico, la música activa circuitos cerebrales vinculados al placer y la regulación emocional. Al combinarla con el ejercicio, el beneficio es doble: entrenamos el cuerpo y al mismo tiempo potenciamos el bienestar mental.
Conclusión
En definitiva, practicar deporte con música no es solo una moda, sino una estrategia con respaldo científico. Elegir bien las canciones puede ayudarte a:
- Aumentar tu rendimiento y resistencia,
- Reducir el esfuerzo percibido,
- Mejorar tu estado emocional,
- Optimizar la coordinación,
- Y reforzar el bienestar mental.
La clave está en experimentar con distintos estilos y tempos hasta encontrar el acompañamiento sonoro que mejor se adapte a tu cuerpo y a tu mente.
Referencias bibliográficas
Karageorghis, C. I., & Terry, P. C. (1997). The psychophysical effects of music in sport and exercise: A review. Journal of Sport Behavior, 20(1), 54–68.
Szmedra, L., & Bacharach, D. W. (1998). Effects of music on perceived exertion, plasma lactate, norepinephrine and cardiovascular hemodynamics during treadmill running. International Journal of Sports Medicine, 19(1), 32–37. https://doi.org/10.1055/s-2007-971876
Terry, P. C., Karageorghis, C. I., Curran, M. L., Martin, O. V., & Parsons-Smith, R. L. (2020). Effects of music in exercise and sport: A meta-analytic review. Psychological Bulletin, 146(2), 91–117. https://doi.org/10.1037/bul0000216
Szmedra, L., & Bacharach, D. W. (2010). Effects of preferred and nonpreferred music on continuous cycling exercise performance. Perceptual and Motor Skills, 110(2), 349–356. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20391890/