«La alopecia androgénica femenina se considera un problema estético y no se estudia lo suficiente»

Sara Barberán es enfermera encargada de realizar revisiones laborales en Quirón Prevención. También trabaja en el área asistencial de empresas. Su interés por reconducir su carrera profesional hacia la gestión de la imagen corporal la llevó a cursar el Máster en Enfermera Gestora de la Imagen Corporal de NUS Agency. Su pasión es trabajar en tratamientos faciales y aprender el uso de aparatología.
Sara sufre alopecia androgénica femenina y ello la ha llevado a escoger esta patología como investigación para su trabajo final de máster. Para desarrollarlo ha estudiado la eficacia y seguridad de los tratamientos existentes y de sus conclusiones hablamos en esta entrevista.
Sara, has escogido esta temática sobre la alopecia androgénica femenina porque es algo que te toca muy de cerca, ¿no es así?
S: En parte sí y también porque no hay información clara sobre los tratamientos que hay para la alopecia femenina. Hay mucha más evidencia en la alopecia masculina. Me iba bien para aprender porque tiene un impacto muy grande, a mí me ha afectado mucho esto.
Yo lo tengo desde los catorce años y puedo decir que son tratamientos muy largos y progresivos, para los cuales no notas un resultado inminente. Cuesta, es un proceso largo y no se cura. Me interesaba saber más sobre tratamientos y novedades.
Para quién no esté familiarizado con ello, ¿qué es la alopecia androgénica femenina?
S: La alopecia androgénica femenina es un tipo de caída progresiva que se caracteriza por el adelgazamiento y miniaturización de los folículos pilosos, sobre todo ocurre en la zona central y parietal del cuero cabelludo. Hay una disminución progresiva de la densidad con un patrón disperso y difuso. Suele estar causada por andrógenos, especialmente por la dihidrotosterona (DHT), pero hay más más motivos.
Puede haber una causa genética, puesto que la predisposición hereditaria juega un papel clave, tanto en hombres como mujeres. Otra causa es el desequilibrio hormonal (el DHT es la principal hormona involucrada en la miniaturización de los folículos). Pero hay otras patologías como el síndrome de ovario poliquístico o la menopausia, que también pueden desequilibrar a nivel hormonal y producir caída.
También influyen los factores nutricionales, si hay deficiencias de hierro, de zinc o biotina. Por otro lado, la micro inflamación en el cuero cabelludo también puede producir caída capilar, así como la acumulación de radicales libres, que es el estrés oxidativo. Pero las principales cusas son genéticas y hormonales para este tipo de alopecia.
¿Qué diferencia este tipo de alopecia del resto?
S: La diferenciación principal de la alopecia androgénica femenina es la miniaturización de los folículos pilosos. Por ejemplo, en la alopecia areata no es el caso, se pierde por zonas, pero sin esa miniaturización de los pelos.
Otra diferencia es que afecta principalmente a la zona superior y central, pero es una distribución difusa. En la alopecia masculina se da en la coronilla y entradas y en las mujeres es generalizada, por toda la cabeza, en forma de árbol de Navidad.
Por otro lado, en la alopecia androgénica femenina no hay regeneración espontánea de cabello como si ocurre en otras alopecias. Cuando cae, muchas veces hay pelo perdido que no se recupera. Y por último, tal y como decíamos anteriormente, se asocia a factores hormonales y genéticos. Los andrógenos juegan un papel importante en el proceso.
"No hay información clara sobre los tratamientos que hay para la alopecia femenina. Hay mucha más evidencia en la alopecia masculina."
Comentas que la alopecia femenina ha recibido menos atención que la alopecia masculina. ¿Por qué crees que ocurre eso?
S: Primero, es menos evidente y por esa razón ha sido menos estudiada. La alopecia masculina ha sido foco de la mayoría de los estudios, porque es más visible y porque está asociada a la testosterona.
La alopecia femenina, en cambio, es menos estudiada porque se ha considerado un problema estético más que una enfermedad. Influye el hecho de que la pérdida en las mujeres es más difusa y no es tan visualmente llamativa como la del hombre. Yo la veo muy relevante y cada vez hay más mujeres con este tipo de problema.
¿Quiénes son las mayores afectadas por esta alopecia?
S: A mayor edad hay más riesgo, pero puede afectar a cualquier edad, especialmente a partir de los 40-50 años, coincidiendo con la perimenopausia y menopausia, que es cuando hay menos niveles de estrógenos. Al reducirse los estrógenos, que son los que antes equilibraban los andrógenos, se produce la más caída. Pero también se puede producir en mujeres jóvenes con predisposición genética o desbalances hormonales.
"En la menopausia, la pérdida capilar se agrava muchísimo"
Dices que hay factores tales como el estilo de vida que pueden influir en esta patología. ¿Cuáles son los demás?
S: Sí, hay factores tales como el estrés, por ejemplo, que provocan que caiga mucho el pelo, pero si ese es el motivo principal, el pelo se recupera. En este tipo de alopecia no recuperas todo lo perdido, pues hablamos de un problema crónico.
¿Se puede prevenir esta alopecia?
S: No se puede prevenir completamente. Hay ciertos hábitos que pueden retrasar su progresión, como tener una alimentación equilibrada, evitar el estrés crónico, minimizar el uso de productos químicos agresivos como ciertos tintes y tratamientos de peluquería. Se trata de mantener hábitos correctos.
¿Cómo se diagnostica y qué debe poner en alerta a una mujer para acudir a un profesional?
S: Cuando observas una pérdida progresiva de la densidad capilar que no se va recuperando y notas un adelgazamiento, el cabello más y más fino.
A nivel de diagnóstico, tenemos la evaluación clínica en la cual observamos el patrón de pérdida, que sea difuso en lugar de localizado. También está la tricostopia, que permite detectar la miniaturización con una cámara evaluando el tamaño de los pelos y densidad. Y asimismo, se pueden hacer biopsias cuando no hay un diagnóstico claro o pruebas hormonales para ver si hay signos de hiperandrogenismo. También hay pruebas genéticas para ver la predisposición que se tiene.
¿De qué manera afecta al bienestar emocional de una mujer sufrir alopecia androgénica?
S: Afecta significativamente a la autoestima, imagen corporal, calidad de vida, generando ansiedad, depresión y aislamiento por no verte bien físicamente. También se sufre presión social sobre la apariencia femenina.
Estamos acostumbradas a aceptar que debemos tener un físico concreto, lo que nos venden en redes. La alopecia femenina afecta mucho porque no está dentro de ese prototipo. En un hombre, la alopecia no impacta tanto. Ellos se pueden rapar y se ve normal. No ocurre lo mismo con una mujer.
¿Hay suficiente información y visibilidad alrededor de la alopecia androgénica femenina?
S: Aún falta información accesible y actualizada. Muchos profesionales no están suficientemente formados en su diagnóstico y tratamiento. Parece que los hombres acuden más a consulta y se está más centrado en eso. Hay más recursos destinados a investigación en hombres y los estudios son menores en comparación con los casos de población femenina.
No hay información clara ni accesible y muchas mujeres desconocen las opciones de tratamiento y no son correctamente orientadas. Hay mucha ambigüedad, estudios que no aclaran qué es más efectivo. No hay información clara.
"La alopecia afecta profundamente a la autoestima. Provoca ansiedad, depresión y aislamiento. Hay mucha presión social sobre la apariencia femenina"
¿Cuáles son los tratamientos más eficaces y qué función tienen?
S: El más usado por excelencia es el Minoxidil, sobre todo tópico, aunque también se está empezando a administrar más oralmente. Pero hay casos contraproducentes como por ejemplo en mujeres embarazadas, pues puede provocar hipertricosis, el bebé podría nacer con mucho vello. Para evitar ese riesgo, no se aconseja en todos los casos la opción oral y se usa más a nivel tópico. Estimula el crecimiento y prolonga la fase anágena del cabello.
Otros tratamientos utilizados y en auge son la dutasterida y finasterida, que son antiandrógenos, son inhibidores de la 5-alfa-reductasa y disminuyen la conversión de la testosterona a la DHT. Luego también está muy usado el plasma rico en plaquetas, que además no tiene efectos adversos y promueve la regeneración folicular, aunque no es efectivo en todas las personas.
En casos muy avanzados de alopecia están los trasplantes capilares aunque no se puede hacer mucho en este tipo de alopecia porque la pérdida es difusa. No hay una zona donante muy densa para coger de ahí el cabello e implantarlo en otra zona. No se suele hacer el trasplante capilar en estos casos, pero es otra opción de tratamiento en casos muy severos.
Por otro lado, se han hecho investigaciones alrededor del láser de baja intensidad aunque no es clara su eficacia. Se comenta que mejora la microcirculación y al haber más oxigenación y llegar mejor la sangre, cae menos el cabello, pero no es tan clara la evidencia. Hay muchos tratamientos, pero los más efectivos son Minoxidil y antiandrógenos, que también se aplican en mesoterapia.
Apuntas a la necesidad de evaluar con criterio las terapias existentes y las que están en desarrollo. ¿Has encontrado poco consenso en los estudios que has analizado?
S: Hay mucho consenso y evidencia respecto a la eficacia del Minoxidil y los antiandrógenos, pero en tratamientos más complementarios como el láser o el PRP hay más discusión sobre su efectividad. En algunos otros antiandrógenos como la espironolactona, se encuentran muchos efectos adversos y hay más riesgo que beneficio, con lo cual no se usan tanto.
¿Hay mucha oferta de tratamientos no fiables?
S: No, la verdad es que no. Se estudian para ver si puede haber cosas nuevas, pero no se aplican los que no están suficientemente probados.
Por mi propia experiencia en clínicas, los que te ofrecen son mesoterapias, el plasma rico en plaquetas, a parte del Minoxidil y la dutasterida o la finasterida. El láser se ofrece poco, pero tiene pocos prejuicios. Yo no noté nada con ese tratamiento, por ejemplo. Los que tienen mucho riesgo no se suelen ofrecer. Se estudian, pero no se aplican en clínicas.
Mesoterapia capilar: cuidados, sesiones y resultados
¿Hay desgaste psicológico durante tratamientos que puedan crear unas expectativas no siempre realistas?
S: Las expectativas te las creas para no hundirte porque al final te quieres ver bien, pero sí que es verdad que te explican que no a todo el mundo le funciona lo mismo y que es un tratamiento largo. Puede que hasta seis meses después no veas nada y debes ser consciente de ello, porque si no vas a pensar que no te está haciendo nada. De momento no se ha inventado nada que sea súper efectivo y que al poco tiempo de aplicártelo, notes beneficio.
¿Cuál es el rol de las enfermeras gestoras de la imagen corporal en estos casos?
S: Siguen todo el proceso desde la detección temprana, el seguimiento del tratamiento y el apoyo emocional. También educan respecto a todas las opciones que se pueden abarcar y ayudan a manejar las expectativas siendo realistas con las pacientes.
Hablas de la necesidad de tratar la alopecia de manera integral abordando todas las preocupaciones asociadas a este problema.
S: Es necesario un apoyo psicológico y también sería conveniente la intervención de un nutricionista para controlar la alimentación, hábitos de sueño y ejercicio. Luego, obviamente, contar con especialistas en tratamientos capilares. Estos serían los tres ámbitos a tratar, es decir, hábitos /nutrición, salud mental y control de la patología y tratamiento. A esto le sumaríamos la enfermera de apoyo y ya tendríamos los cuatro pilares fundamentales.
¿Tenéis suficiente apoyo psicológico?
S: Eso es lo que más necesitamos. Finalmente has de concienciarte de que no va a mejorar quizás y debes asumirlo o acabas mal. El papel psicológico aquí es muy importante porque, al ser puramente estético, has de aprender a verte bien. A lo mejor los demás no lo perciben como tú lo haces y ni siquiera se dan cuenta de que tienes pérdida, pero tú te fijas y te ves peor de lo que te ven el resto de personas.
¿Cuál sería tu gran conclusión tras tu trabajo de investigación?
S: Creo que se debe seguir investigando en este tema para encontrar soluciones más efectivas y que ofrezcan resultados en menos tiempo. Aunque han estado trabajando en esto durante muchos años y no ha habido demasiados cambios, es cierto que recientemente han salido los exosomas y se dice que están dando buenos resultados. Pero es temprano para hablar de su eficacia.
Haría falta una buena investigación en mujeres sobre todo porque en hombres el implante funciona muy bien. En mujeres no hay una cosa que funcione al 100%, son tratamientos de por vida que se hacen muy pesados. Haría falta una solución más instantánea y duradera. Entiendo que hay otras patologías que tienen prioridad y que esto es estético, pero afecta mucho a nivel emocional. Se ha investigado el implante con pelos artificiales, pero se han observado muchos efectos adversos, se ve artificial, y no se ha estado usando.
No lo parece, pero hay muchas mujeres con pérdida. Siempre puedes usar peluca, pero sería una solución para tapar, no mejorar. Las pelucas no las recomiendan porque al no oxigenar bien el pelo, este cae más así que te perjudicas. O decides taparlo o tratarlo porque las dos cosas a la vez no funcionan.