¿Qué es la microbiota y cómo puede influir en la piel?
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y la primera línea de defensa contra el entorno exterior. Sin embargo, no está sola en esta tarea: vive en estrecha colaboración con un vasto universo de microorganismos que la recubren y que desempeñan un papel esencial en su salud. Este ecosistema, conocido como microbiota cutánea o también llamada dermobiota, no solo protege contra patógenos, sino que también influye en el equilibrio, la apariencia y la resistencia de la piel.
Pero ¿qué es exactamente la microbiota? ¿Cómo afecta el estado de nuestra piel? En este artículo, exploraremos el fascinante mundo de la microbiota, su impacto en la salud cutánea y también cómo puedes cuidar tu piel para mantenerla sana y radiante.
Prepárate para descubrir cómo este minúsculo ejército invisible puede marcar la diferencia entre una piel equilibrada y los problemas más comunes como el acné, la irritación o la sequedad.
¿En qué consiste la microbiota?
La microbiota se refiere al conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos, arqueas y protozoos) que habitan en diferentes partes del cuerpo humano o de otros seres vivos, estableciendo una relación simbiótica con el huésped. Estos microorganismos desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud y el equilibrio biológico.
Mantener un buen estado de la microbiota es importante porque:
- Ayuda en la digestión y el metabolismo, concretamente a descomponer alimentos que el cuerpo no puede digerir por sí mismo, produciendo ácidos grasos de cadena corta y otras sustancias útiles.
- Entrena y regula el sistema inmunológico, ayudando a distinguir entre agentes patógenos y células propias.
- Sirve como barrera protectora contra patógenos. Es decir, compite con microorganismos dañinos por espacio y nutrientes, evitando así su proliferación.
- Favorece la producción de vitaminas como la biótica, la vitamina K y folatos.
- Regula el sistema nervioso a través del llamado eje intestino-cerebro, influyendo en el estado de ánimo y en funciones cognitivas.
Tipos de microbiota según su localización en el cuerpo
dEn el cuerpo existen varios tipos de microbiota y cada una de ellas juega un papel esencial en nuestra salud. Podemos encontrar:
- La microbiota intestinal: es la más estudiada y relevante para la salud. Habita en el tubo digestivo, principalmente en el colon, y está implicada en la digestión, el metabolismo, la producción de vitaminas (como la vitamina K y algunas del grupo B) y la regulación del sistema inmunológico.
- La microbiota cutánea o dermobiota: vive en la piel, ayudando a proteger contra patógenos y manteniendo la barrera cutánea saludable.
- La microbiota vaginal o más conocida como flora vaginal: esta presente en las mujeres y se encarga de regular el equilibrio del pH vaginal y proteger contra infecciones.
- La microbiota oral: es la que se encuentra en la boca, participando en la prevención de enfermedades dentales y bucales.
- La microbiota respiratoria o pulmonar: se trata de aquella que habita en las vías respiratorias superiores, contribuyendo al sistema inmune de esta región.
¿Qué factores pueden afectar a la microbiota?
La composición y el equilibrio de la microbiota pueden variar según la dieta alimentaria, el uso de antibióticos, el estrés, padecer cierta enfermedades o la higiene diaria.
Cualquiera de estos factores pueden producir un desequilibrio de la microbiota, lo que se denomina una disbiosis, un alteración que puede afectar negativamente a la salud y puede estar relacionado con afecciones como la obesidad, diabetes, enfermedades inflamatorias intestinales, alergias y trastornos del estado de ánimo.
¿Cómo influye la microbiota en el estado de la piel?
La microbiota de la piel o dermobiota desempeña un papel fundamental en la salud cutánea, actuando como una barrera protectora, regulando el sistema inmunológico y contribuyendo al equilibrio del ecosistema de la piel. Este conjunto de microorganismos, que incluye bacterias, hongos, virus y ácaros, vive de manera natural en la superficie de la piel, interactuando con el huésped y el entorno.
Funciones de la dermobiota en la piel
- Protección contra patógenos: compite con microorganismos dañinos por espacio y nutrientes, evitando que estos proliferen. Y, además, produce sustancias antimicrobianas que limitan el crecimiento de patógenos como Staphylococcus aureus y Propionibacterium acnes.
- Regulación del sistema inmunológico: ayuda al sistema inmunitario de la piel a distinguir entre microorganismos beneficiosos y perjudiciales. También estimula una respuesta inmunológica equilibrada, reduciendo la inflamación excesiva que puede llevar a enfermedades como dermatitis atópica o psoriasis.
- Mantenimiento de la barrera cutánea: contribuye al pH ácido de la piel, que es hostil para muchos microorganismos dañinos y favorece la reparación de la barrera cutánea cuando esta se ve comprometida, ya sea por lesiones o irritaciones.
- Equilibrio del ecosistema cutáneo: promueve la diversidad de microorganismos beneficiosos, lo que ayuda a mantener la piel en un estado saludable y resistente a las agresiones externas.
Dermobiota y permeabilidad intestinal. La piel como primera barrera del sistema inmune.
Con Mercé Aguaron
Alteraciones de la microbiota y su impacto en la piel
Un desequilibrio en la microbiota cutánea puede contribuir a diversas afecciones dermatológicas como:
- Acné: se produce por un esequilibrio entre microorganismos como cutibacterium acnes y otros microbios que influyen en la inflamación de los folículos pilosos.
- Dermatitis atópica: se relaciona con una disminución de bacterias beneficiosas como Staphylococcus epidermidis y un aumento de Staphylococcus aureus.
- Rosácea: se trata de un crecimiento excesivo de ciertos microorganismos que puede producir una inflamación crónica en la piel.
- Psoriasis: esta enfermedad autoinmune de la piel puede agravarse si existen cambios notables en la microbiota.
- Infecciones cutáneas: como la foliculitis y la celulitis, que pueden surgir cuando patógenos colonizan áreas donde la microbiota protectora está debilitada.
¿Cuáles son los factores que afectan a la dermobiota?
Algunos factores los hemos mencionado anteriormente, pero es crucial tenerlos todos en cuenta para ver de qué manera pueden estar afectando o no a la microbiota de la piel.
- El uso de ciertos productos cosméticos: algunos de ellos pueden alterar el pH natural y la microbiota de la piel, favoreciendo la disbiosis.
- Llevar una higiene excesiva o insuficiente: cuando se hace un uso excesivo de jabones antibacterianos, estos puede eliminar microorganismos beneficiosos, mientras que la mala higiene puede permitir el crecimiento de patógenos.
- El consumo de antibióticos de forma regular: los antibióticos pueden eliminar tanto bacterias beneficiosas como dañinas en la piel, alterando el equilibrio entre ambas.
- El consumo de tabaco: el humo del tabaco contiene numerosas sustancias tóxicas, como nicotina, alquitrán y metales pesados, que alteran el pH de la piel y pueden favorecer el crecimiento de ciertas bacterias mientras inhiben otras.
- El nivel de estrés: nuestra emociones son influencias internas que afectan directamente a la piel y su microbiota.
- La alimentación diaria: los alimentos que consumimos están directamente conectados con nuestra microbiota y repercuten en el buen estado o no de la piel.
- Las condiciones ambientales: la humedad, la temperatura y estar expuestos a sustancias contaminantes también influyen en la salud de nuestra dermobiota.
Margarida Ribó:
El papel de la alimentación en nuestra imagen corporal
Cómo cuidar la microbiota de la piel
Para mantener una dermobiota saludable y, por tanto, una piel sana, fuerte y con buena apariencia, es recomendable aconsejar y aplicar los siguientes consejos:
- Usar productos cosméticos suaves y de pH equilibrado, que respeten la barrera natural de la piel. Aquí entran también los llamados productos de cosmética probiótica, que son aquellos especialmente diseñados para mantener la salud de la piel, mejorar su resistencia frente a agresiones externas y tratar problemas como la sensibilidad, el acné o la sequedad.
- Evitar el uso excesivo de medicamentos, sobre todo antibacterianos, salvo cuando sea estrictamente necesario.
- Hidratar la piel de manera habitual bebiendo mucha agua. Este gesto va a incentivar el mantener un ambiente óptimo para los microorganismos beneficiosos de la piel.
- Adoptar una dieta equilibrada rica en antioxidantes y nutrientes que promuevan la salud de la piel.
- Proteger la piel del sol diariamente con protectores solares SPF de factor 30 mínimo.
- Revisar la piel regularmente y consultar con un dermatólogo en caso de notar algún cambio notable en la piel.
Mantener una microbiota cutánea saludable es clave para una piel equilibrada, resistente a infecciones y con menor tendencia a problemas dermatológicos.
Si eres un profesional de la salud de la enfermería dermoestética o fisioterapeuta, dale la importancia que se merece dedicar un tiempo a observar la piel de la persona que estás tratando porque puede ser que encuentres en ella algún indicio del malestar o la afección que pueda tener. De esta manera, puedes ayudar muchísimo al paciente y derivar al profesional experto correspondiente.
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