Técnica de Plasma rico en factores de crecimiento

El Plasma rico en factores de crecimiento (PRGF), en los últimos años, ha ganado terreno dentro del mundo sanitario y se ha convertido en una de las técnicas pioneras y con más demanda en el sector estético.

Su capacidad de rejuvenecimiento de la piel es la más conocida, pero lo cierto es que la técnica de plasma rico en factores de crecimiento puede intervenir en diferentes afecciones dermatológicas y aportar muchos beneficios para el paciente.

¿En qué consiste la técnica de plasma rico en factores de crecimiento?

Este es un proceso sencillo donde se extrae una cantidad de sangre del paciente, con prescripción médica, y esta muestra se centrifuga para activar la liberación de los factores de crecimiento, concentrar las plaquetas y separarlos del resto de los componentes sanguíneos. Una vez extraído este concentrado, se inyecta en las áreas deseadas del cuerpo, estimulando la producción de colágeno y elastina, dos elementos clave para el efecto piel joven y saludable.

Un punto a tener en cuenta es que el PRGF es una tecnología autóloga. Es decir, la muestra de PRGF se obtiene a partir de la sangre del propio paciente, por lo que no existe iatrógenia (la posibilidad de que se produzca un daño provocado sin intención). Podemos ver un mayor o menor efecto, pero nunca será perjudicial para el receptor.

Tratamientos con Plasma rico en factores de crecimiento

El Plasma rico en factores de crecimiento (PRGF) es una técnica muy versátil porque su capacidad para mejorar diversas condiciones dermatológicas es muy amplia.

Algunos tratamientos que se realizan con esta técnica son:

Rejuvenecimiento facial: el Plasma rico en factores de crecimiento se utiliza para tratar líneas finas, arrugas glabelares, patas de gallo y pérdida de volumen facial. Sus inyecciones estimulan la producción de colágeno y elastina, proporcionando una apariencia más joven y radiante.
Corrección de cicatrices: ya sean cicatrices de cesárea, quirúrgicas o traumáticas, esta técnica se puede utilizar para mejorar la textura de la piel y reducir la apariencia de las cicatrices.
Tratamiento de estrías: este puede ayudar a mejorar la apariencia de las estrías al estimular la producción de colágeno en las áreas afectadas, lo que lleva a una piel más suave y uniforme.
Tratamiento capilar: para la pérdida de cabello, el Plasma rico en factores de crecimiento se inyecta en el cuero cabelludo para estimular el crecimiento del cabello al fortalecer los folículos pilosos y aumentar el flujo sanguíneo en el área.

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Rejuvenecimiento de manos: las manos son una de las primeras áreas que muestran signos de envejecimiento. Este método de PRGF añade más volumen a las manos creando un aspecto más joven y mejorando la textura y el brillo de la piel.
Tratamiento de ojeras: las ojeras y las bolsas debajo de los ojos pueden tratarse con el Plasma rico en factores de crecimiento para mejorar la circulación sanguínea y la calidad de la piel en esta área delicada.
Reafirmación cutánea: el PRGF se utiliza para mejorar la elasticidad y firmeza de la piel en áreas como el cuello y el escote, proporcionando un aspecto más tonificado y evitando la flacidez.
Tratamientos de acné: Para las personas que padecen acné activo, esta técnica puede ayudar a reducir la inflamación y acelerar el proceso de curación de la piel afectada.
Revitalización facial completa: Al combinar el Plasma rico en factores de crecimiento con otros tratamientos estéticos, como la toxina botulínica y los rellenos dérmicos, se puede lograr una revitalización facial completa y armoniosa.

En el sector de la dermoestética, la innovación es clave para su avance, y el Plasma rico en factores de crecimiento (PRGF) es un gran ejemplo de ello.

Esta tecnología innovadora y versátil, heredada de ramas de la medicina sanitaria como la traumatología o la oftalmología, no solo se ha posicionado dentro del sector dermoestético por ofrecer mucho más que una mejora superficial (mejora de cicatrices, acné, cuero cabelludo, etc…), sino también por ayudar a restaurar la imagen corporal de los pacientes de forma más rápida. Sin esta técnica, el proceso de recuperación en los pacientes puede ser mucho más largo.