Cómo la música despierta tu creatividad
Enfermera y antropóloga
Un enigma eterno que ha acompañado durante siglos a estudiosos de diferentes campos científicos y filosóficos ha sido la pregunta del por qué el ser humano disfruta tanto con la música. Aunque en otra época, según la escuela Pitagórica, se creía que la música se guiaba por la armonía de los astros, actualmente, gracias a la ciencia, se ha visto que su uso ha sido más bien el de cohesionar y armonizar las relaciones entre los humanos.
La existencia de la música se cree anterior a la del lenguaje y su inicio se podría relacionar con el tarareo de una madre a su bebé. El hombre prehistórico también bailaba en sus rituales y, de esta manera, la música se transformaba en un vínculo comunicador de emociones entre ellos, formando grupos y mitigando conflictos. Así pues, la música fue considerada como un vehículo de cohesión social.
Beneficios físicos y emocionales de la música
La música favorece la felicidad y creatividad
La música posee una fuerte carga emocional, eso es lo que nos lleva a escuchar la que nos hace sentir bien. Diversos estudios han demostrado que algunas personas han tenido la experiencia conocida como «frisson», un estremecimiento que pone la piel de gallina, también conocido como «orgasmos en la piel».
Esto sucede porque la música actúa en nuestro sistema nervioso de forma parecida a las drogas, el sexo o incluso la comida, activando el lóbulo frontal y produciendo así dopamina, lo que permite sincronizar el ritmo de la música actuando en el cerebelo y produciendo placer. También produce oxitocina, conocida como la hormona del amor.
Incluso se ha demostrado que incentiva la creatividad. Niveles moderados de sonido ambiental favorecen que las personas sean más creativas debido al fenómeno llamado “resonancia estocástica”, por el cual se mejoran algunas funciones bajo ciertas estimulaciones sensoriales.
La música como forma de arte
La música cumple diversas funciones pero tal vez la más misteriosa es la que la relaciona con el mundo del arte: su integración y cómo se crea y traslada, llegando a las personas a través del sentido auditivo. Luego está el intercambio entre el artista y el oyente a través de la interpretación de las notas.
La música se ha considerado en ocasiones como un arte efímero. Las notas se las lleva el viento pero sus partituras no. La música podemos considerarla impune al tiempo. Sus notas se transmiten de generación en generación, mediante antiguos cantares medievales o el folklore de cada pueblo, inmortalizando así sus notas.