Melanie Alarcón: “Los cuerpos cambian y hay que aceptarlo. nuestra labor como enfermeras es acompañar a las pacientes en este proceso de aceptación”
La enfermera gestora de la Imagen Corporal y ex-alumna del Máster de Imagen Corporal de NUS Melanie Alarcón hace meses que está pletórica. Y es que hace siete meses que abrió las puertas de su primer centro de dermoestética -y transformación personal-, Samsara Sthetic. Pero no lo ha hecho sola, lo ha hecho con la ayuda inestimable de su madre, y socia, Carmen Tudela.
Hemos ido a visitarlas a Badalona, y hemos hablado con ellas en una conversación íntima madre e hija que entierra mitos con una mirada optimista en lo que refiere a emprender en un nuevo negocio y, por qué no decirlo, a hacer un buen ‘check’ en lo que supone “levantar un negocio desde cero” de la lista de sueños. Ambas nos invitan a adentrarnos en los entresijos de la enfermería dermoestética, el emprendimiento, el amor por el trabajo, los cuidados y la presión estética impuesta implícitamente por un sistema de consumo imperante.
Entrevistas
Eres enfermera, operadora de láser de diodo y, ahora, también eres enfermera especializada en cuidados dermoestéticos y gestora de la imagen corporal. ¿Qué te impulsó a dar el paso hacia esta especialización?
M: Bueno, creo que la Imagen Corporal, la enfermería estética y, en general, percibir a la enfermera como gestora de esa imagen corporal, es algo que no está todavía muy integrado en la mentalidad de la población. De hecho, en el sector de la Enfermería aún nos cuesta ver a la enfermera trabajando más allá: todavía vemos únicamente a la enfermera en una planta de hospital o trabajando en el ámbito asistencial y… ¡Nada que ver! Como enfermeras, podemos desarrollarnos en muchos más campos más allá de lo asistencial. Y el sector de la Imagen Corporal es uno de ellos.
Personalmente, para mí la enfermería dermoestética era algo que siempre me había llamado la atención y me encantó poder dar el paso hacia la especialización en este ámbito. Y esto ocurrió a raíz de una conversación que mantuve junto con otras compañeras del área de diálisis, en el Hospital Germans Tries i Pujol, en la que estuvimos comentando la existencia de una formación al respecto y muchos otros temas sobre la enfermería estética, la Imagen Corporal, etcétera. Ahí fue cuando se me encendió la bombilla.
Fue entonces cuando empecé a investigar y me di cuenta de que aquí, en Barcelona, había un máster que ofrecía NUS Agency que permitía que me formase en ello y, entonces, pensé que había una salida más allá del hospital.
Melanie Alarcón: “En el sector de la Enfermería todavía vemos únicamente a la enfermera en una planta de hospital o trabajando en el ámbito asistencial”
¿De dónde surge el proyecto Samsara? ¿Quién fue la fuerza emprendedora en este tándem tan especial madre-hija?
M: La idea de Samsara surge, en primer lugar, a raíz de mi madre [señala a Carmen]. Ella tenía un supermercado y sabía perfectamente lo que significaba emprender y crear un negocio de cero. Además, llevaba muchos años en el mundo del esoterismo y misticismo y, entonces, cuando empieza a especializarse en este ámbito y yo me gradúo es cuando decidimos aunar fuerzas y conocimientos: el conocimiento científico que aporta la formación y mi aprendizaje, y el conocimiento místico y espiritual que mi madre podía aportar. Así, procuramos que Samsara fuera mucho más que una clínica dermoestética y pudimos centrarnos en lo que aún hacemos: en que el cliente se sienta bien tanto por fuera como por dentro.
Además, para mí, emprender en un negocio desde cero es algo que siempre había querido. De hecho, puedo decir que esto es lo que a mí me llena y que estoy cumpliendo un sueño, que estoy feliz aquí, con el trabajo que realizo. Comparo la Melanie que salía del hospital con la Melanie de ahora y no hay color.
A nivel místico o diferenciado a lo que es la Imagen Corporal y la enfermería dermoestética, Carmen, ¿qué servicios ofrecéis en Samsara?
C: En lo que se refiere a la parte esotérica, lo que trabajamos aquí es la “constelación familiar”. Y lo hacemos mediante colaboradoras que nos ayudan. Pero también hacemos Reiki, contamos con una tarotista y vidente maravillosa como colaboradora y realizamos meditaciones guiadas, yoga y Kundalini. Poco a poco iremos ampliando los servicios, ya que nos hemos dado cuenta de que los clientes que vienen interesados por la parte de estética, cuando conocen estos otros servicios que ofrecemos quedan sorprendidos y, en muchos casos, se animan a probarlo y quedan muy satisfechos.
De momento esto es lo que hacemos en Samsara en cuanto a la terapia alternativa. Sin embargo, cabe decir que esta terapia alternativa, en cierta manera, se utiliza indirectamente con todos los clientes que se acercan a nuestra clínica. Y esto es así porque a nosotras nos gusta identificar qué necesita ese cliente, cómo realmente es y qué es lo que realmente le beneficiará. Identificar estos aspectos no es fácil, pero sí muy necesario.
Es básico saber cómo tratar y cómo hablar a una persona que te demanda un servicio. No puedes comunicarte igual con unos y con otros, no puedes tratar a todos de la misma manera, del mismo modo que deberás adaptar el tratamiento a cada caso concreto. Por ejemplo, un LPG corporal no se lo puedes hacer a todo el mundo igual, aunque a priori necesite lo mismo, aunque vayamos a tratar la misma zona. Con esto me refiero a que cada persona es un mundo y hay que saber cómo es esa persona y cómo la tienes que tratar para que realmente se sienta a gusto y se sienta realizada realmente.
M: Obviamente esto no ocurre sólo aquí, está claro que un proyecto funciona, o, mejor dicho, un tratamiento funciona cuando el paciente conecta con quienes se lo están aplicando. Lo verdaderamente importante es que un paciente se sienta a gusto con el profesional que esté realizándole un tratamiento. Desde luego, yo sentiría como si me faltase una parte del tratamiento, porque el cuidado enfermero, para mí, también es cuidar de las energías del paciente en cuestión. En Samsara siempre procuramos cuidar del paciente intentando que se sienta bien consigo mismo, que sienta que tiene un lugar seguro para canalizar las emociones y las energías. Claro que ofrecemos tratamientos dermoestéticos, pero también cuidamos la Imagen Corporal intentando ofrecer un valor añadido a todo lo que hacemos.
Como habéis dicho, en Samsara, además de tratamientos dermoestéticos ofrecéis tratamientos como la constelación familiar, el tarot, Reiki y meditación guiada. Hablemos un poco más acerca de la constelación familiar. ¿Qué es y cómo trabajáis esta técnica con vuestros pacientes?
M: Mediante las Constelaciones Familiares se intenta buscar en el pasado algo que se llama “nudos energéticos”. Y estos “nudos energéticos”, que pueden ser tuyos o tal vez de tus antepasados, te frenan de algún modo, es decir, te impiden avanzar. Entonces, buscar la constelación familiar es ir a ese nudo e intentar deshacerlo para que puedas seguir con tu vida.
C: De hecho, existen nudos que, si no los quitas, incluso puedes seguir arrastrando en la siguiente generación. Entonces… Parece hasta irreal, ¿verdad? Pues ocurre que, cuando te das cuenta de que existe un nudo que realmente ni te imaginabas, le otorgas un sentido a muchas cosas que te han ido sucediendo en la vida.
M: Para trabajar o realizar la constelación familiar, existen dos grandes maneras: podemos hacerlo en grupo o individualmente, aunque a nosotras nos gusta especialmente hacerlo en grupo. Creemos que es una experiencia muy interesante porque se juntan las energías de todos los integrantes y entre todos se ayudan a sanar.
Volvamos de nuevo a la creación del negocio. Melanie, emprender junto a una persona de tu núcleo familiar seguro que te ha dado aspectos y momentos muy positivos, pero… ¿Qué hay de los negativos?
M: Trabajar madre-hija me ha dado cosas buenísimas y de hecho, sigue dándomelas. Sí que es cierto, y no te lo voy a negar, que la confianza que tenemos las dos nos ha dado tanto cosas tan buenas como algún que otro choque que, seguramente en otros casos, no se hubiera dado.
C: ¡Totalmente! Melanie y yo somos dos personas muy independientes y con carácter fuerte, y eso, sumado a las horas que pasamos trabajando juntas y a la confianza que obviamente tenemos, a veces afecta.
M: ¡Yo lo definiría como lo mejor y lo peor a la vez! Es decir, como empresaria puedo estar plenamente tranquila, porque no estamos hablando de emprender un negocio con un socio con el que tal vez no puedas fiarte al 100%. Con ella, siempre nos compaginamos, y por eso el trabajo sale realmente bien.
Melanie Alarcón: “En Samsara siempre procuramos cuidar del paciente intentando que se sienta bien consigo mismo"
Melanie, ¿crees que sin el apoyo familiar y sin el apoyo de tu madre te hubieras aventurado a emprender sola? ¿Qué papel juega el apoyo familiar en el momento de emprender como enfermera gestora de la imagen corporal?
M: Si lo pienso, creo que seguramente tal vez sí que hubiera emprendido, pero para mí no hubiera sido lo mismo. Gran parte de que esté tan tranquila, esté tan feliz y vaya tan bien el negocio es esta unión.
El apoyo familiar para mí es sin duda algo importantísimo, está claro, porque aunque yo pueda estar segura de lo que hago, siempre va a haber alguien que diga: “estás loca” o “no va a salir bien” o “lo que hacéis no está bien visto”. Siempre te van a juzgar.
¿Cómo es el día a día de una enfermera gestora de la imagen corporal?
M: Aquí en Samsara nunca dejamos de hacer cosas. Si me preguntas en relación a qué tratamientos se solicitan más, pues te diría que la gente en general cada vez solicita más mesoterapias e intralipoterapias. La intralipoterapia es un tratamiento que consiste en inyectar ácido desoxicólico en las zonas con exceso de grasa para eliminarla y que, ahora mismo, está muy, pero que muy, muy demandado. O, por lo menos, aquí lo solicitan mucho, casi más que el ácido hialurónico.
Y yo, sinceramente, creo que esto ocurre porque las pacientes que vienen solicitando este tipo de tratamientos lo hacen no sólo buscando una mejora estética, sino también para sentirse bien consigo mismas. Es decir, el propósito no es puramente estético, sino que quieren verse bien delante del espejo y quieren reconocerse mucho más allá de entrar en unos cánones arcaicos.
Melanie Alarcón: “Los cuerpos cambian y hay que aceptarlo. Y nuestra labor como Enfermeras es acompañar a las pacientes en este proceso de aceptación de la mejor manera posible.”
C: Para mí es la aceptación total y absoluta de los cambios que vienen dados por la propia vida. Nosotras siempre trabajamos con el objetivo de que, cuando las pacientes salgan de la consulta se les reconozca la belleza, no los arreglos o los retoques. No sé si me explico. Es decir… Buscamos un “qué guapa estás” mucho antes que un “¿qué te has hecho?”.
M: Desde luego. Porque cada uno tiene un baremo distinto sobre el sentir de su propio cuerpo, sobre sentirse o no bien consigo mismo. De hecho, puede que, para mí, sentirse bien signifique una cosa y, para ti, algo totalmente distinto.
Los cuerpos cambian y hay que aceptarlo, aunque nos cueste. Y nuestra labor como Enfermeras Gestoras de la Imagen Corporal es acompañar a las pacientes en este proceso de aceptación de la mejor manera posible.
C: Ese proceso de aceptación del cuerpo actual y del paso del tiempo no es para nada fácil de asumir, y nuestro trabajo es, en gran medida, el de ayudarlas a que lo hagan y a que se sientan bien con su cuerpo y con sus cambios.
Y hablando de ese proceso de adaptación, de cambios y de dificultades, siendo emprendedoras, ¿en este proyecto cuál ha sido la mayor dificultad que habéis afrontado?
M: Bueno, creo que las enfermeras formamos parte de una profesión muy acostumbrada al trabajo en equipo y al sentirse respaldadas por compañeros. Entonces, en el camino del emprendimiento, te encuentras solo, además de que hay que luchar mucho contra el estigma que se presupone de nuestra profesión.
¿Qué necesita una enfermera para empezar su trayectoria como emprendedora?
M: Primero de todo, tener confianza en uno mismo y dejar atrás ese síndrome del impostor. Relativizar los días malos y creer que se puede hacer. Eso es lo más importante, siempre.
C: Son muchas las teclas que hay que tocar en un negocio. Y, supongo, que eso es lo que se necesita: ser consciente que debe dar mucho, que el trabajo no sólo consiste en atender presencialmente, sino que son muchas las cosas que hacen que tu negocio funcione o fracase. Hay que innovar, formarse constantemente, estar actualizado, llevar bien la agenda, invertir en publicidad y en marketing, hacer números… Hay que cuidar cada mínimo detalle.
Por último. Lleváis en este proyecto desde hace siete meses. De momento, ¿qué podéis destacar del negocio? ¿Podemos hablar ya de estabilidad económica o aún no habéis llegado a ese punto?
M: Hasta la fecha podemos decir que estamos súper felices, y que, de momento, el negocio está funcionando bien. Y esto además se le suma a que, en esta misma calle donde está situado el negocio, ya había tres negocios parecidos. ¿Qué nos dice esto? Que, pese a todo, nos estamos sabiendo diferenciar.
Por otro lado, si hablamos de números, yo creo que un negocio así es muy viable, mucho. Al final, si sabes sacarle partido puede ser realmente rentable.
C: Nuestro negocio no ha sufrido pérdidas casi desde el primer mes. Y creo que eso no está nada mal para llevar siete meses de vida. De hecho, si hacemos balance, sí que es cierto que el primer mes sufrimos pérdidas, pero el segundo y el tercero ya no, ahí ya empezamos a cubrir gastos. Y a partir del tercero ya hemos tenido ganancias. Es una evolución muy positiva y estamos realmente felices.
Y en referencia a esto hay que tener en cuenta que estamos invirtiendo mucho en maquinaria, en publicidad, en mantenimiento y un largo etcétera. Pero… Pese a que es un esfuerzo y una inversión, ¡sin duda vale la pena!
