El papel fundamental de la dermoestética en el cuidado de la Imagen Corporal
La dermoestética se ocupa de cuidar la salud y apariencia de la piel a través de tratamientos médicos y cosméticos. Combina conocimientos de dermatología con técnicas estéticas para tratar problemas cutáneos y mejorar la apariencia general de la piel. Los tratamientos utilizados en dermoestética van desde la higiene, pasando por la hidratación, protección y reparación. En la actualidad existen numerosas técnicas poco invasivas que permiten restaurar el aspecto de la piel sin necesidad de pasar por el quirófano.
La dermoestética juega un papel fundamental en la gestión de la imagen corporal, cuando el cliente o paciente necesita un acompañamiento profesional para mejorar su imagen o percepción de esta. Existen muchos factores que pueden provocar descontento o inseguridades con la imagen proyectada. Las secuelas derivadas de un proceso médico, cirugías, post partos, trastornos de la conducta alimentaria o menopausia son tan solo algunos ejemplos.
En ese sentido, la dermoestética puede ofrecer cuidados para combatir signos de envejecimiento, tratar heridas, cicatrices, manchas, quemaduras o paliar las secuelas físicas derivadas de una ostomía o proceso oncológico. Como resumimos en este artículo, existen una serie de técnicas de enfermería dermoestética que se ocupan de atender las necesidades físicas y emocionales específicas de las personas.
Pero la gestión de la imagen corporal abarca eso y mucho más, puesto que reúne un conjunto de prácticas y enfoques destinados a mejorar y/o mantener la apariencia y percepción personal. Incluye aspectos tanto físicos como psicológicos y puede implicar una variedad de disciplinas.
¿Por qué es necesario un abordaje integral de la Imagen Corporal?
Cuidar de la imagen corporal implica realizar un trabajo multidisciplinar en el que también intervienen las siguientes áreas de trabajo, igualmente importantes para proyectar un aspecto saludable:
- Nutrición y dietética: Mantener una alimentación balanceada y adecuada para conservar un peso saludable y proporcionar los nutrientes necesarios para una piel, cabello y uñas saludables.
- Ejercicio físico: Realizar actividad física regular para mantener un cuerpo tonificado, mejorar la postura y contribuir a una imagen física positiva.
- Higiene personal: Adquirir prácticas diarias de cuidado personal, como el aseo, el cuidado del cabello y la higiene dental.
- Cosmetología y maquillaje: Uso de productos cosméticos y técnicas de maquillaje para mejorar y resaltar los rasgos faciales y la apariencia general.
- Asesoramiento psicológico y emocional: Obtener apoyo para abordar problemas de autoestima y percepción corporal, incluyendo terapia psicológica para personas que luchan con la imagen corporal negativa o trastornos alimentarios.
La gestión de la imagen corporal es un proceso integral que busca no solo mejorar la apariencia física, sino también promover una actitud saludable y positiva hacia uno mismo.
¿Quién se encarga de la gestión profesional de la Imagen Corporal?
La gestión de la Imagen Corporal se puede abordar desde diferentes ámbitos profesionales. Desde siempre, las enfermeras han jugado un papel crucial en el terreno de los cuidados y, dentro de este, en los cuidados de la piel, de la apariencia física y el acompañamiento emocional durante procesos de cambio. Estos cuidados constantes y casi invisibles que realizan continuamente las enfermeras en el ámbito asistencial público no tienen el reconocimiento que merecen hoy en día y es por ello que muchas enfermeras reclaman la necesidad de una unidad pública oficial de cuidados especializados en la imagen corporal.
Es por ello que, en el 2017 se formaliza un documento que avala a las enfermeras como profesionales aptas para desarrollar profesionalmente el ámbito de la Imagen Corporal, atendiendo a una serie de competencias propias de su profesión. A partir de ahí, el sector ha ido ganando popularidad y reconocimiento, a pesar de que todavía arrastra muchos prejuicios y obstáculos. No obstante, es una realidad que enfermeras con la formación de calidad adecuada, hoy en día pueden gozar de mayor autonomía, mejor sueldo y libertad en su profesión gracias a la profesionalización en el ámbito de la Imagen Corporal.
La Enfermería Estética: una oportunidad para conseguir más autonomía profesional
¿Cómo se trabaja la Imagen Corporal desde la medicina estética y la dermoestética?
Otra manera de actuar sobre la imagen corporal consiste en aplicar los tratamientos que nos brinda la medicina estética y la dermoestética a través de procedimientos no quirúrgicos y mínimamente invasivos. Hablamos de procedimientos médicos y cosméticos como cirugías plásticas, inyecciones de relleno, toxina botulínica (bótox), tratamientos láser, técnicas como la liposucción, la abdominoplastia y los tratamientos de reducción de grasa no invasivos para mejorar el contorno corporal entre otros procedimientos dermoestéticos destinados a modificar o mejorar aspectos específicos.
La dermoestética ofrece soluciones personalizadas y variadas que permiten a las personas abordar preocupaciones específicas sobre su apariencia, lo que puede llevar a una mayor satisfacción con su imagen corporal y, en consecuencia, mejorar su bienestar emocional y psicológico.
Imagen Corporal, Dermoestética y Medicina Estética. Los diferentes roles especialistas en el cuidado de la piel.
Cuando la Imagen Corporal también afecta a la salud emocional
Los tratamientos médico-estéticos o de la dermoestética sirven para mejorar la apariencia física de las personas, pero su influencia puede ir mucho más allá. La forma en la que se percibe a sí mismo un paciente es muy importante para su salud emocional. Verse bien contribuye a mantener una actitud positiva en la vida y ganar seguridad. Cuando hay un problema de autoestima relacionado con la Imagen Corporal, el equipo médico debe analizar el caso con detalle para identificar si existe una distorsión de la imagen o si algún tratamiento puede ayudar a paliar algún defecto evidente que esté afectando psicológicamente a la persona.
El acompañamiento psicológico profesional es de vital importancia para conseguir trabajar en la autoestima del paciente desde dentro hacia fuera y evitar caer en el error de que esa autoestima se base en lo que refleje el espejo. Para ello es importante adaptar unos buenos hábitos de autocuidado en los que haya una preocupación por nuestro bienestar físico y mental con el objetivo de cuidarnos de manera sana aceptando los cambios en nuestro físico. Es por ello que, tal y como os comentábamos en un anterior artículo, el Wellaging ha llegado para quedarse. Envejecer de manera natural y saludable es la nueva tendencia que impera dentro y fuera de los centros estéticos y es algo que, sin duda, nos ayudará a querernos más y mejor.