Imagen Corporal y violencia de género
La violencia de género puede dejar en sus víctimas huellas físicas y psicológicas muy variadas y difíciles de borrar. Y es que la violencia que se ejerce sobre las mujeres no solamente daña su aspecto físico, también puede mermar su salud mental y, con todo ello, hundir su autoestima. La recuperación de estas secuelas es lenta y se logra a largo plazo con mucho acompañamiento y terapia.
Daño a la Imagen Corporal
Si bien se ha hablado mucho (y hay que seguir haciéndolo) sobre las devastadoras consecuencias que provoca en la vida de las mujeres el hecho de haber sufrido violencia por parte de sus parejas, ex parejas o compañeros sentimentales, hay un elemento clave en estas situaciones que no suele ponerse encima de la mesa: las secuelas que conlleva para la imagen corporal de ellas. La imagen corporal de una mujer que ha sido víctima de violencia de género se ve altamente afectada, generando en ella una autoevaluación negativa, con una visión en muchas ocasiones distorsionada, debido a una sensación de inseguridad mezclada con sentimientos de fracaso y culpabilidad. La recuperación de la autoestima pasa, muchas veces, por reparar la imagen corporal que ha sido degradada por el agresor. La víctima puede experimentar rechazo o vergüenza hacia su propio cuerpo debido a la acumulación de emociones negativas a lo largo del abuso y estrés sufrido.
La relación compleja que las víctimas tienen con su imagen corporal está influenciada por múltiples factores derivados del abuso, tanto físico como emocional. Algunas de las principales conexiones entre la violencia de género y la imagen corporal son:
- Desvalorización y baja autoestima: Los abusadores a menudo socavan la autoestima de sus víctimas mediante humillaciones, insultos o comentarios despectivos sobre su apariencia física. Esto puede llevar a las víctimas a desarrollar una percepción distorsionada y negativa de su cuerpo.
- Sentimientos de culpa y vergüenza: Muchas víctimas de violencia de género pueden sentirse culpables o responsables por el abuso que sufren, lo que a su vez puede impactar en cómo se ven a sí mismas. La vergüenza también puede llevarlas a sentirse «indignas» o insatisfechas con su cuerpo.
- Cambios en el aspecto debido a la violencia física: Las víctimas de abuso físico pueden sufrir lesiones visibles (moratones, cicatrices, fracturas) que alteren su apariencia y afecten su relación con su cuerpo, sintiéndose menos atractivas o avergonzadas.
- Disociación y desconexión con el cuerpo: Algunas víctimas desarrollan una disociación emocional de su cuerpo como mecanismo de defensa para lidiar con el trauma, lo que puede llevar a una desconexión entre su percepción corporal y su propio sentido de identidad.
- Desórdenes alimentarios o abuso de sustancias: Las víctimas de violencia de género pueden recurrir a conductas autodestructivas, como trastornos alimentarios o el uso de alcohol y drogas, como forma de manejar el dolor emocional. Esto puede afectar aún más su imagen corporal, ya que estos comportamientos suelen impactar negativamente la salud física y la autoestima.
Recuperación de la autoestima
Para restaurar la autoestima herida de una mujer que ha sufrido maltrato físico y psicológico, es necesario llevar a cabo un trabajo terapéutico. Esta atención psicológica se basa en ofrecer un espacio seguro para que pueda liberar emociones y explorar miedos e inseguridades. Se le ofrecerán las herramientas necesarias para que pueda procesar todas esas emociones y sanar.
La terapia no solamente ofrece apoyo emocional para curar el trauma vivido, también ayuda a identificar patrones de abuso de cara a prevenir futuras relaciones tóxicas o problemáticas. Junto al trabajo en la recuperación física de la víctima, se la acompañará para que se empodere de nuevo y pueda reconstruir su vida alrededor de relaciones saludables.
A esto, se suma el refuerzo de las redes de apoyo, ya sea el entorno familiar o un grupo de apoyo específico, el fomento del autocuidado para animar a la persona a practicar actividades que promuevan su bienestar físico y emocional y el refuerzo de una autoimagen positiva.
Las enfermeras gestoras de la Imagen Corporal y los fisioterapeutas expertos en Fisioestética y Dermatofuncional juegan un papel clave durante este proceso, ya que son quienes pueden aportar la ayuda física y psicológica, debido a sus conocimientos integrales del cuidado de la piel, así como el tratamiento de cicatrices y marcas que pueden resultar traumáticas para la paciente.
La recuperación de la autoestima en una víctima de violencia de género implica un proceso integral que abarca apoyo terapéutico, emocional y social. Es clave que la víctima sienta seguridad, independencia y que, poco a poco, recupere la confianza en sus propias capacidades y valore quién es.
¿Qué es el duelo corporal?
Una jornada única para la reflexión
El próximo 7 de noviembre, NUS Agency y la Fundació AGI celebrarán la I Jornada sobre Imagen Corporal y Violencia de Género. AGI es una fundación benéfico- asistencial que lleva a cabo un programa de atención y acogida a mujeres víctimas de violencia de género. Esta recibe a más de 500 mujeres al año en diferentes ubicaciones proporcionando un espacio de contención emocional, social y asesoramiento jurídico, así como de soporte, estabilidad y seguridad.
Si bien la violencia de género ha sido abordada en múltiples ocasiones y desde diferentes perspectivas, en esta ocasión queremos poner el foco en las consecuencias que tiene sobre la autoestima vinculada a la imagen corporal. Esta jornada está diseñada para concienciar, educar y fomentar la colaboración entre profesionales de la salud, educadores, entidades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales.
El punto de partida es una colección de fotografías artísticas realizada por Carmen Novis (Chiqui), Enfermera Gestora de la Imagen Corporal, alumna de NUS. Chiqui ha querido plasmar otra realidad que afecta a la Imagen Corporal y que debe ser visibilizada para remover a la sociedad y contribuir al cambio. Combinaremos la exposición artística con diferentes ponencias breves a cargo de diversas voces relacionadas con la temática central.
Este es un evento abierto al público, con aforo limitado, previa adquisición de una entrada, cuyo importe será recaudado en favor de la Fundación AGI.